127 horas (127 Hours)
Director: Danny Boyle. Guión: Simon Beaufoy y Danny Boyle, sobre la experiencia real narrada por Aron Ralston en "Between A Rock And A Hard Place". Intérpretes: James Franco, Kate Mara, Amber Tamblyn, Clemence Poesy, Treat Williams, Kate Burton, Lizzy Caplan. Duración: 94 m. Año: 2010. Producción: EE.UU. y Reino Unido.


El británico Danny Boyle, después de haber tocado la gloria de los Oscar con "Slumdog Millionaire" (2008), parece haberse sentido con fuerzas para acometer una película tan complicada de contar como esta "127 horas". Complicada, porque centrarse en la historia (escalofriantemente real, por otra parte) del fanático de la aventura extrema en solitario cuyo brazo queda atrapado bajo una roca en el fondo del cañón de la zona más alejada posible de toda civilización humana, durante más de cinco días y sin apenas víveres o medios de ayuda, y hacerla entretenida es toda una proeza técnica y narrativa. Lo consigue gracias al acertado uso de flash-backs y visiones del protagonista cada vez más hundido física y emocionalmente, mediante su particular y conocida estética videoclipera, la curiosidad generada por ver exactamente cómo saldrá (¡y vaya que si lo vemos!, en una escena tan dura como bien dosificada) y la lectura de fondo de la necesidad de interdependencia de las personas. Pero, sobre todo, el peso de la película recae sobre el extraordinario trabajo de un James Franco en estado de gracia, desbordante de vitalidad al principio, muy contenido en su agonía al final. Sin embargo, la ajustada calificación final del filme obedece a la relativamente limitada trascendencia de la historia, pese, insisto, a estar bien contada.
Cinelandia.
Cuando se encara un filme basado en hechos reales conocidos y, por tanto, el desenlace carece del factor sorpresa, el interés radica en qué habrá hecho el director para conseguir que el desarrollo sea del agrado del espectador. Y si hay alguno con recursos técnicos para hacerlo es Danny Boyle, el cual despliega todo su arsenal en forma de encuadres imposibles, primeros planos y su ya habitual estética cercana al videoclip y la publicidad para mantenerte implicado en el relato, si bien no es suficiente para olvidarse de la limitación del mismo y de la imposibilidad de sacarle más partido. Sería injusto olvidarse del gran trabajo interpretativo de James Franco, el cual puede haber dado un salto de calidad en su carrera encarnando al aventurero Aron Ralston, cuya experiencia vital de tener que amputarse un brazo (muy correcta la escena de marras, dura y explícita pero sin durar ni un segundo más de lo necesario y evitando el regodeo) para sobrevivir después de cinco días atrapado por una roca nos deja la enseñanza de que no se pueden practicar deportes de riesgo en solitario y sin que nadie conozca tu paradero. Dicho esto comprenderéis que la nota no pueda ser más alta si la técnica tiene más importancia que la historia y las reflexiones a las que invita...

Álex.