12 años de esclavitud (12 Years A Slave)
Dirección: Steve McQueen. Guión: John Ridley, sobre el libro de Solomon Northup, que narraba su propia experiencia. Intérpretes: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Lupita Nyong'o, Benedict Cumberbatch, Brad Pitt, Paul Dano, Sarah Paulson, Paul Giamatti, Garret Dillahunt. Duración: 134 m. Año: 2013. Producción: Reino Unido y EE.UU.


Por fin el director de "Hunger" (2008) y "Shame" (2011) ha dado en el clavo. Su habitual querencia por retratar la sordidez del ser humano esta vez es respaldada por una gran historia que le permite realizar una obra tan excelente como dura. "12 años de esclavitud" narra la historia real del negro libre (para más inri, un artista musical) que vivía en el Nueva York de mediados del siglo XIX y que es engañado y secuestrado para ser vendido como esclavo a desalmados terratenientes del sur estadounidense. A partir de entonces, su sencilla pero feliz vida inicia un terrible viaje de descenso a los infiernos, en el que se suceden muchas escenas impresionantes como la del eterno semiahorcamiento, la huida frustrada, los latigazos a Patsey, los caprichos del amo encarnado por un estupendo Michael Fassbender... Despojado de toda dignidad y libertad, convertida su virtud al violín en una triste y patética parodia, el pobre hombre (soberbiamente interpretado por Chiwetel Ejiofor) pasa por distintos estados que van de la rebelión a la sumisión, con unos matices tan verídicos como los de los distintos esclavistas por los que pasa (desde el más piadoso al más tiránico), lo cual, junto con un reparto muy acertado, refuerza la calidad de la cinta. Un filme que puede ser a la esclavitud lo que "La lista de Schindler" (Steven Spielberg" -1993-) al holocausto judío. El tiempo dirá...
Cinelandia.
Una vez más, a la tercera va la vencida y el realizador británico Steve McQueen firma su película más completa gracias a la increíble historia de Solomon Northup, un hombre libre de raza negra con familia y de profesión músico en el Nueva York anterior a la Guerra de Secesión que es engañado, secuestrado y convertido en esclavo. Un drama desgarrador, contado de forma tan realista y sin ahorro de escenas verdaderamente crudas que es imposible no estremecerse ante tanta ignominia. Algo que no hubiera sido posible sin las estupendas interpretaciones de todo el reparto (con un Chiwetel Ejiofor en estado de gracia a la cabeza) que consiguen transmitir al espectador un buen puñado de emociones y sin un guión tan conciso como directo que pone el dedo en la llaga constantemente. Por poner alguna pega, la particular forma de rodar de McQueen pudiera parecer que se gusta por momentos y que está encantado de conocerse, lo cual habrá que aceptar como su estilo personal. Vamos a ver si se cumplen las predicciones que colocan el filme como gran favorito a los Oscar, lo que no cabe duda es que es uno de los grandes títulos del año, si no el mejor...

Álex.