300 (300)
Director: Zack Snyder. Guión: Zack Snyder, Kurt Johnstadt y Michael Gordon, sobre el cómic de Frank Miller y Lynn Varley.  Intérpretes: Gerard Butler, Lena Headey, David Wenham, Dominic West, Vincent Regan, Rodrigo Santoro, Michael Fassbender, Andrew Tieman, Andrew Pleavin, Tom Wisdom, Tim Conolly. Duración: 117 m. Año: 2007. Nacionalidad:EE.UU.


Basada en el cómic de Frank Miller -uno de los grandes del género-, "300" relata desde el punto de vista espartano la batalla acontecida en el año 480 antes de Cristo entre las polis griegas y los persas en el célebre paso de las Termópilas. Ante todo hay que decir que el cómic se centra exclusivamente en la vida espartana y la épica lucha frente a los persas, y no hay ni rastro del papel de la reina Gorgo ni de la trama política, siendo la estética la base principal de inspiración. Pero hablemos estrictamente de la adaptación cinematográfica, en la que al director Zack Snyder se le van los papeles claramente, al ofrecer un espectáculo a caballo entre el videoclip (música guitarrera de enaltecimiento y luchas imposibles de playstation) y lo grotesco (esos personajes monstruosos...) que dan al filme un aire de irrealidad bastante cuestionable. Como también lo es el mensaje subyacente (y no tanto) que pretende interpretar valores de hace 25 siglos según los cánones actuales y comparar un conflicto de época tan lejana con algún otro de rabiosa actualidad. No cuela.
Cinelandia.
Esta película tiene dos lecturas y nunca mejor dicho al ser una adaptación de un cómic; la primera es tomársela como tal, una trasposición viñeta a viñeta a la gran pantalla del original con bastante fidelidad (reconozco no haberlo leído, pero esa sensación transmite), sin mayor pretensión que la del puro entretenimiento y en la que saca mejor nota por su factura técnica (puesta en escena, vestuario y música más que correctos). La segunda es buscar rigor histórico o interpretar mensajes "cuasi" políticos y entonces se nos caen los palos del sombrajo ya que todo lo anterior se vuelve excesivo y queda algo grotesco (¿tan ridículos y tenebrosos eran los persas?, ¿monstruos para qué?, ¿los espartanos, defensores de la libertad o precursores del fascismo?). Ambas son válidas y lícitas y creo sinceramente que la intención del director y del cómic es la primera, pero la segunda es inevitable al ser el argumento un hecho histórico y además se ve fomentada involuntariamente por una trama pseudopolítica metida con calzador para intentar que el guión esté a la altura de la parte técnica, objetivo casi nunca conseguido. Como dijo Aristóteles, que no era espartano, "la virtud se encuentra en el término medio" y que aquí se traduce en que de un bien y un suspenso sale un aprobado.

Álex.