Alta fidelidad (High Fidelity)
Director: Stephen Frears. Guión: D.V. DeVicentis, Steve Pink, John Cusack y Scott Rosenberg, basado en la novela de Nick Hornby. Intérpretes: John Cusack, Iben Hjejle, Todd Louiso, Jack Black, Lisa Bonet, Catherine Zeta-Jones, Joan Cusack, Tim Robbins, Chris Rehmann, Ben Taylor, Lili Taylor. Duración: 113 m. Año: 2000. Nacionalidad: Reino Unido / EE.UU.


Es probable que esta crítica no sea del todo objetiva (en realidad, ¿cuál lo es?), ya que personalmente me identifico mucho con el protagonista de la historia. Pero, desde luego, escribo esto con la mayor sinceridad, exactamente de la misma forma en que está hecha esta película. "Alta Fidelidad" tiene la tremenda habilidad de ser una película fresca, joven y gamberra, a pesar de que el director nació en 1931, pero, al mismo tiempo, habla abiertamente de los afectos y desafectos personales de un tipo cuya vida gira en torno a la música. Esta nueva película americana del realizador británico Stephen Frears resulta la más desinhibida y actual de todas (más en la línea de su primer ciclo inglés), y parece haber bebido de las fuentes de un modelo de cine que podría encabezar Kevin Smith, si bien consiguiendo un equilibrio envidiable que le permite moverse con soltura entre lo divertido y lo profundo. El gran peso de "Alta Fidelidad" recae en el nunca bien ponderado actor John Cusack, que también colabora en el guión, aunque se encuentra muy (pero muy) bien respaldado por la danesa Iben Hjejle, cabeza de una galería de secundarios de lo más correcta (impresionante el papelón de Tim Robbins como el novio medio maharishi). Algunos dirán que se trata de una película menor de Frears. Yo creo que tiene bastante más calado y que si así son las obras menores ¡viva el cine diminuto! A propósito, os invito a que me contéis vuestra opinión sobre el final.
Cinelandia.
Desgraciadamente la película ha pasado casi desapercibida por las carteleras españolas. Y es una pena, porque además de contar en los ¿papeles secundarios? con un Tim Robbins genial, una Catherine Zeta-Jones espléndida y una Joan Cusack muy en el papel de Joan Cusack, tiene en el protagonista, John Cusack, todo un reflejo de la personalidad de muchos de nosotros para los que la música, y sobre todo el sexo ¡qué coño!, son los dos puntos principales sobre los que gira nuestra vida. La parte musical de la película te deja con la miel en los labios, porque muchas de las canciones de la banda sonora suenan apenas unos segundos. La parte sentimental está contada en primerísima persona, con lo que te implica en la historia casi sin querer. Mezcla, agita y tendrás una película que puede ser la historia de tu propia vida.

J.J.