Amor (Amour)
Director: Michael Haneke. Guión: Michael Haneke.  Intérpretes: Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva, Isabelle Huppert, Alexandre Tharaud, William Shimell, Ramón Agirre, Rita Blanco. Duración: 127 m. Año: 2012. Producción: Francia, Alemania y Austria.


"Amor" es la particular versión de Michael Haneke sobre la inevitable decadencia física y mental que se abate sobre las personas en la vejez, e incluye una conclusión narrativa desconcertante, en su línea. Y esa visión implica contar con extremo realismo la enfermedad terminal de una mujer mientras el marido, en lo que se intuye es un matrimonio culto y estable durante muchas décadas, se esfuerza en lo posible por asistirla... Hasta que se da cuenta de que lo que tiene ante sí en un momento dado ya no es su esposa sino otra cosa terriblemente menguada y sufriente. A pesar de su dureza, precisamente este punto de vista es lo mejor y más atrevido de la película. Sin embargo, un metraje excesivamente alargado, filmado con pausa y reiteración, sumado al ya citado final enigmático (quizá presuntamente poético), hacen que la película decaiga inevitablemente como aquello que está contando.
Cinelandia.
Aunque siempre me ha interesado el cine de Michael Haneke, nunca he acabado de comprender por qué acapara tal multitud de elogios y premios cada vez que presenta un nuevo trabajo. A mí sus películas siempre me generan reservas, partiendo como digo de ese interés inicial, y esta "Amor" viene a confirmar tal situación. Por un lado, desde el aspecto puramente cinematográfico, me he sorprendido a mí mismo cuando me he dado cuenta de que su archiconocida manera de rodar incomodando al espectador con interminables planos fijos y largos silencios en espacios con atmósfera opresiva me ha llegado a aburrir, algo que (casi) no me había pasado hasta ahora. Y por otro, desde el punto de vista argumental, respetando su postura y entendiendo que no es fácil aceptar el deterioro físico y la decrepitud de las personas a las que amamos, no estoy de acuerdo con su macabra solución como acto de amor y su empeño por justificar la negación de la realidad que transmiten sus personajes. Respeto que se pueda considerar un acto de amor conmovedor, pero está más cerca de ser de cobardía no exento de sordidez. Mención aparte para el dúo protagonista, inmensos Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, sin duda lo mejor del filme; hay que ser muy valientes siendo octogenarios para afrontar un planteamiento así...

Álex.