Solo nos queda bailar (And Then We Danced)
Dirección: Levan Akin. Guión: Levan Akin. Intérpretes: Levan Gelbakhiani, Bachi Valishvili, Ana Javakishvili, Giorgi Tsereteli, Tamar Bukhnikashvili, Marika Gogichaishvili, Kakha Gogidze, Levan Gabrava, Ana Makharadze, Nino Gabisonia, Mate Khidasheli, Aleko Begalishvili. Duración: 113 m. Año: 2019. Producción: Suecia, Georgia y Francia.


Historia de descubrimiento de la homosexualidad más curiosa por el marco donde ocurre (la Compañía Nacional de Danza de Georgia y entre bailes tradicionales) que por su desarrollo, un tanto previsible, aunque los personajes están bien creados y es bastante convincente la lucha interior del protagonista. La trama tiene cierto interés aunque resulta ya vista mucho últimamente en el cine.
Cinelandia.
Sólido y convincente trabajo acerca de la necesidad de encontrarse a uno mismo a través de la identidad sexual, inclusive en entornos tan hostiles como en los que se mueve el protagonista (excelente Levan Gelbakhiani), bailarín de la Compañía Nacional de Danza georgiana que verá cómo todo su mundo se tambalea cuando aparece un nuevo integrante, con el que establecerá una rivalidad no tan fuerte como la atracción que siente por él. Sacar a la luz su verdadero yo en un país tan aferrado a sus costumbres y arcaico en cuanto a libertades (más la propina de una situación familiar y económica precaria) se convierte en un proceso muy estimulante de seguir para el espectador, el cual es cierto que puede percibir cierta reiteración de situaciones que lo ralentizan hasta llegar, eso sí, a un clímax final bello y liberador.

Álex.