Star Wars II: el ataque de los clones (Star Wars: Episode II - Attack of the Clones)
Director: George Lucas. Guión: George Lucas y Jonathan Hales. Intérpretes: Ewan McGregor, Natalie Portman, Hayden Christensen, Ian McDiarmid, Samuel L. Jackson, Christopher Lee. Duración: 142 m. Año: 2002. Nacionalidad: EE.UU.


A estas alturas de la jugada, con "El ataque de los clones" como quinta entrega de la saga galáctica -segunda en el orden-, George Lucas camina sobre seguro. Se limita a aplicar la fórmula infalible que combina tecnología, aventuras, idilios y humor con tan buenos resultados, aunque matizados. Esta vez la perfección técnica es máxima y por sí misma ya consigue embeber al espectador de manera que el generoso metraje se pasa en un suspiro, mientras que las aventuras han quedado en un segundo plano -a pesar de las excelentes escenas de batallas (¡genial la protagonizada por Yoda!)- en favor de una a veces algo espesa intriga política. El otro peso del filme se sustenta en el romance entre Anakin y Amidala, que si bien no resiste la comparación con el antaño (o futuro) entre Han Solo y Leia, sí tiene momentos subidillos a cargo de la estupendísima Natalie Portman. Y otra baza que se echa de menos respecto a anteriores entregas es el humor y la ironía, del que por el momento sólo nos quedan las intervenciones, siempre agradecidas, de R2D2 y C3PO.
Cinelandia.
Nada se puede reprochar a esta película en el aspecto visual, sobre todo si se tiene la suerte de ver la versión digital en la que fue rodada originalmente. Los paisajes, los personajes generados por ordenador, los efectos especiales... sólo por ellos merece la pena ir al cine que cuente con la pantalla (y los altavoces) más grandes posibles. Un aviso, verla en el vídeo de casa no será ni la mitad de impresionante. Es una lástima que el resto de sus valores cinematográficos se queden más bien cortitos. El guión es bastante confuso, dando más bandazos de lo que justifica el famoso sistema de historias paralelas empleado en toda la serie. Además, tiende a dar soluciones muy simplonas cuando esta película supuestamente iba a potenciar tramas políticas más complejas. Personajes míticos como Ben Kenobi o Anakin Skywalker quedan a años luz de sus futuros predecesores y no sólo porque los actores sean bastante discretos. Lo peor de todo es que están desarrollados de manera muy esquemática. Una de las mayores decepciones es ver a los venerables caballeros Jedi convertidos en una panda de matones de barrio. Sólo se salva, por suerte, el maestro Yoda, el único que hace honor al personaje clásico y a la imagen que nos habíamos forjado de él en la primera trilogía. Entre los actores se salva Natalie Portman, bellísima en las escenas románticas y convincente en las de acción. En fin, que si se vuelve a poner a tiro volveremos a verla, pero... ¡qué lástima!

Deckard.