Blade Runner 2049 (Blade Runner 2049)
Dirección: Denis Villeneuve. Guión: Hampton Fancher y Michael Green, sobre un argumento de Hampton Fancher, a su vez sobre los personajes creados por Philip K. Dick en su novela "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?". Intérpretes: Ryan Gosling, Harrison Ford, Ana de Armas, Jared Leto, Sylvia Hoeks, Robin Wright, Mackenzie Davis, Carla Juri, Lennie James, Dave Bautista, Barkhad Abdi, David Dastmalchian, Hiam Abbass, Edward James Olmos. Duración: 164 m. Año: 2017. Producción: Canadá, EE.UU. y Reino Unido.


Entiendo que era muy complicada la tarea de dar continuidad (con unos niveles de calidad aceptables) a una obra maestra tan mitificada como "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982), pero al menos podemos decir que el siempre interesante director canadiense Denis Villeneuve ("Incendies" -2010-, "Prisioneros" -2013-, "Enemy" -2013-, "Sicario" -2015-, "La llegada" -2016-) ha ofrecido una película bastante convincente, aunque, por supuesto, inferior a la original, sobre todo en cuanto al contenido. Porque la ambientación y el impacto visual han sido cuidados al detalle para dar coherencia a esta segunda parte, desarrollada 30 años después de donde acabó la primera. Así, en 2049 (sobre todo tras el no explicado apagón tecnológico de 2022 -aunque hay un cortometraje al respecto-) el mundo sólo ha ahondado en su desolación y eso está perfectamente reflejado tanto en la estética como en los personajes, todos ellos aislados, perdidos, incluido el protagonista, un Ryan Gosling acertado que permite llevar a sus últimas consecuencias el espíritu existencialista de la saga: ¿cuál es realmente la diferencia entre un humano y un ser artificial tan avanzado como es un replicante? Pero precisamente es en el desarrollo de esta idea, a raíz de un descubrimiento de mucha relevancia, que el filme no acaba de profundizar ni de transmitir el golpe emocional que lograba la obra de Ridley Scott. Se echa en falta un mejor dibujo del personaje de Jared Leto, incluso del de Robin Wright. Por otro lado, el final deja premeditadamente las cosas sin cerrar y da a entender una posible continuación... En cambio, la trama de Ryan Gosling y Ana de Armas, la presencia de Sylvia Hoeks como la implacable Luv o la aparición de Harrison Ford hacen ganar enteros a esta, en todo caso, atractiva segunda entrega.
Cinelandia.
No me parece que la ciencia ficción, al menos con toques existencialistas, sea el fuerte de Denis Villeneuve, tal y como le han salido "La llegada" (2016) y esta continuación de todo un clásico del género, que, como todos, debería ser respetado. Un ejercicio de estilo más preocupado de preservar la ambientación y la estética del original (conseguido, sin duda, aunque la banda sonora no esté a la altura) que de continuar su historia de forma interesante. Plomizo y sin alma, su de por sí excesivo metraje se hace muy cuesta arriba, sobre todo en la primera mitad, y solo el tercio final se ve animado con la aparición de Harrison Ford y su carismático personaje Deckard. Lo dicho, no hacía falta tocar lo que ya era perfecto, y menos si, como me temo, hay intención de seguir explotando el asunto con intenciones puramente crematísticas...

Álex.