Calabria: mafia del sur (Anime nere)
Dirección: Francesco Munzi. Guión: Francesco Munzi, Maurizio Braucci y Fabrizio Ruggirello, sobre la novela de Gioacchino Criaco. Intérpretes: Marco Leonardi, Peppino Mazzotta, Fabrizio Ferracane, Anna Ferruzzo, Barbora Bobulova, Giuseppe Fumo, Pasquale Romeo, Vito Facciolla, Aurora Quattrocchi, Carlos Bardem. Duración: 103 m. Año: 2014. Producción: Italia y Francia.


La historia de la familia calabresa radicalmente dividida entre el hermano partidario del negocio mafioso del narcotráfico, el colaborador pero más sensato (y débil) y el que sólo desea una vida aislada en el campo es contada con poca intensidad y falta de sentido narrativo por Francesco Munzi. Tampoco ayudan las deficientes interpretaciones de los "actores" no profesionales que pretenden aportar verosimilitud. Sin embargo, la fuerza intrínseca de la trama, procedente del seguramente excelente libro de Gioacchino Criaco en el que se basa, basta para que el filme tenga un interés suficiente, sobre todo en su tramo final, con la conclusión descorazonadora y, quizá, más lógica para resolver el cáncer que la mafia sigue suponiendo en Italia.
Cinelandia.
Aunque hoy en día poco o nada queda fuera de los focos informativos o de opinión, todavía resulta sorprendente y estremecedor comprobar cómo el funcionamiento de la mafia italiana es inherente al propio concepto de la vida y de la familia que se tiene en los lugares allí donde nació y más fuertemente está instalada, de forma tan natural y sistémica que se confunde con la normalidad aparente. Una trágica y desgarradora historia ambientada en la zona más rural y empobrecida de la región transalpina que da nombre al título del filme (eso sí, los jefes del clan están cómodamente instalados en el próspero Milán), a través de un ejercicio sobrio y realista donde los haya (con la ventaja de contar con parroquianos reales no profesionales que aportan verosimilitud y la inconveniencia de que a veces parezcan de cartón piedra), que te deja con la sensación de que acabar con esta lacra en el país transalpino es imposible no, lo siguiente, tal y como parece que se transmite en el ADN...

Álex.