La caída del imperio americano (La chute de l'empire américain)
Dirección: Denys Arcand. Guión: Denys Arcand. Intérpretes: Alexandre Landry, Maripier Morin, Rémy Girard, Louis Morissette, Maxim Roy, Pierre Curzi, Vincent Leclerc, Yan England, Claude Legault, Florence Longpré, Paul Doucet, James Hyndman, Benoît Brière, Gaston Lepage. Duración: 127 m. Año: 2018. Producción: Canadá.


El canadiense Denys Arcand completa su (de momento) trilogía americana (junto con "El declive del imperio americano" -1986- y "Las invasiones bárbaras" -2003-) con una entrega también notable pero que, en esta ocasión, destaca por su rebosante ironía y su acerada crítica combinada con un fino sentido del humor. El argumento sigue las andanzas de un repartidor de paquetes (pero intelectual en su fuero interno), cansado de ser el perdedor de la vida en una sociedad crecientemente injusta y desigual, que se aprovecha de un robo con mafias de por medio para poder tener aseguradas sus condiciones económicas para siempre. Por el camino se rodeará de una "banda" de lo más heterogénea y tronchante: una prostituta de lujo, un excarcelado por delitos fiscales y la exnovia empleada de banca, junto con la inestimable colaboración de un máximo experto financiero... Entre todos utilizarán métodos ruines pero totalmente legales para mover la gran cantidad de dinero por paraísos fiscales y eludir la acción de la policía. Es decir, deciden usar el propio sistema capitalista neoliberal para aprovecharse del mismo. Toda una lección moral.
Cinelandia.
El cierre de la trilogía que disecciona el fracaso del modo de vida más occidental y neoliberal en términos económicos y sociales, escenificado por el experto Denys Arcand en su Canadá natal, es una lúcida reflexión en cuanto a que si no puedes con el sistema aprovéchate de sus grietas y conviértete en cómplice necesario del mismo (amargo, pero cierto). Tras una escena inicial brillante, un atraco que provoca una situación accidental es el primer ingrediente de un cóctel bien elaborado en el que caben el thriller policíaco, una bonita (por improbable) historia de amor y una serie de ácidas y críticas denuncias al corrupto entramado financiero en su versión más elitista y a la situación de desigualdad social que comporta, todo ello tratado con un excelente sentido del humor que ayuda a sobrellevar la dureza de lo denunciado pero, eso sí, sin ninguna sutileza a la hora de emitir el mensaje (entiendo que a estas alturas el realizador canadiense no se iba a andar con rodeos y que habrá pensado que la brocha gorda era más efectiva), lo cual siempre resta un poquito...

Álex.