El crack cero
Dirección: José Luis Garci. Guión: José Luis Garci y Javier Muñoz. Intérpretes: Carlos Santos, Macarena Gómez, Cayetana Guillén Cuervo, Miguel Ángel Muñoz, Pedro Casablanc, Patricia Vico, Luisa Gavasa, Raúl Mérida, Luis Varela, María Cantuel, Ramón Langa, Daniel Huarte, Andoni Ferreño, Jacobo Dicenta. Duración: 122 m. Año: 2019. Producción: España.


Garci ratifica que la franquicia de "El crack" (1981, 1983 y 2019) es la que mejores resultados cinematográficos le da (junto con su obra maestra "El abuelo" -1998-) y en la que mejor parado sale su universo de personajes de amable apariencia y almas rotas. Y es que la maravillosa ambientación de cine negro clásico y los afilados diálogos de unos personajes tan atractivos como llenos de misterio elevan la película por momentos a las altas cotas del arte imperecedero. Aparte de la brillantemente desarrollada historia, destacan las actuaciones de todo el reparto en general, con un muy solvente Carlos Santos en el difícil papel que antaño encarnara el gran Alfredo Landa, ahora en el momento crucial (mediados de los años 70) de la vida del detective Germán Areta, unos pocos años antes del inicio original de la saga (ya que estamos ante una precuela), pero es especialmente llamativa la metamorfosis de Miguel Ángel Muñoz.
Cinelandia.
Reconozco que, antes de empezar su visionado, la emoción de poder disfrutar un nuevo estreno, tantos años después, de uno de los mejores directores de cine de este país (y, sin duda, el que más ha hecho para divulgarlo como bien cultural y al que siempre estaré agradecido por ello) se veía alterada por la duda de si iba a estar a la altura de lo que hace casi 40 años dejó profunda huella dentro del género noir. Y lo mejor que se me ocurre después es que, al ser tan fiel en estructura, construcción de personajes, ambientación y forma de resolución a las dos entregas de las que es precuela, el resultado es más que digno. Se podrá discutir si recuperar la Gran Vía y el Madrid de los estertores del franquismo era necesario, si volver a homenajear todo aquello que le gusta como realizador es un ejercicio de nostalgia vacuo, si algún diálogo se pasa de risible o alguna subtrama solo sirve para subrayar innecesariamente la integridad del detective Germán Areta, e incluso cuestionar alguna elección de casting. Yo solo puedo darle las gracias al señor Garci por hacer cine que ya no se hace y por cerrar una carrera intachable (claro, que esta ya es la propina porque se suponía que no iba a rodar más y quién sabe si no habrá una nueva sorpresa más adelante) con este regalo. Gracias, maestro...

Álex.