Elysium (Elysium)
Dirección: Neill Blomkamp. Guión: Neill Blomkamp. Intérpretes: Matt Damon, Jodie Foster, William Fichtner, Jose Pablo Cantillo, Alice Braga, Diego Luna, Michael Shanks, Sharlto Copley. Duración: 109 m. Año: 2013. Producción: EE.UU.


Después de la estupenda y prometedora "District 9" (2009), andaba deseoso de ver lo siguiente del sudafricano Neill Blomkamp, también dentro del terreno de la ciencia ficción. Y, en este sentido, "Elysium" no está a la altura de su predecesora, aunque su argumento realmente prometía: en el futuro año 2154, una élite de personas vive en la plataforma espacial Elysium, en una especie de paraíso tecnológico fuera de un planeta Tierra azotado por la pobreza y el caos; sin embargo, la gente luchará por su derecho a entrar en ese nuevo mundo mejor, mientras los dirigentes de la nave harán todo lo posible por evitarlo. Magnífico planteamiento que funciona como una certera metáfora de los movimientos migratorios desde los países pobres a los ricos que ya desde hace unos años estamos acostumbrados a ver en España y otros países desarrollados. Y, en este aspecto, "Elysium" funciona bien, aunque la excesiva simplicidad del guión, tanto en el desarrollo de la misión del personaje de Matt Damon como en su relación afectiva con la chica, echa por tierra que la película alcance un mayor nivel.
Cinelandia.
Una vez más corremos el riesgo de que el talento se vea relegado en beneficio del simple espectáculo; y es que después de un brillante debut con "District 9" (2009), el director sudafricano Neill Blomkamp ha caído en los largos tentáculos del "business" hollywoodiense con su segundo trabajo. Una idea de partida interesante, la del planeta Tierra empobrecido, superpoblado y enfermo en un futuro lejano (o inmediato, según se mire), mientras que la clase pudiente se ha ido a vivir a una estación espacial que orbita a su alrededor y disfruta de todas las comodidades (curación de enfermedades incluida), se va diluyendo a medida que la trama avanza por caminos cada vez más burdos, desaprovechando otros mucho más interesantes (por no hablar de la metedura de pata de otorgar más protagonismo al lugarteniente del villano que al mismo, a todas luces incomprensible). O lo que viene a ser lo mismo, se imponen la parafernalia y la pirotecnia a la inteligencia que se atisba en el planteamiento inicial. Va a ser difícil, pero no perdamos la esperanza de que en próximos proyectos el amigo Neill vuelva a la senda correcta...

Álex.