En guerra (En guerre)
Dirección: Stéphane Brizé. Guión: Stéphane Brizé y Olivier Gorce, con la colaboración de Ralph Blindauer, Olivier Lemaire y Xavier Mathieu. Intérpretes: Vincent Lindon, Jacques Borderie, Bruno Bourthol, Valérie Lamond, Guillaume Draux, Mélanie Rover, Jean Grosset, Martin Hauser. Duración: 113 m. Año: 2018. Producción: Francia.


Necesaria denuncia del avance del neoliberalismo a través del conflicto laboral en una fábrica francesa, cuyo dueño (de un grupo alemán en beneficios) quiere cerrar para trasladar la producción a un lugar con empleo más barato (y precario). La cámara está constantemente dentro de la "guerra" que se desata entre los obreros-empleados y los altos directivos y propietarios, de tal manera que el espectador vive entre sorprendido, abrumado y enojado el curso de los acontecimientos. Primero la negociación infructuosa, luego las protestas y la huelga, después la división interna de los trabajadores, más tarde la posibilidad de un acuerdo incierto... Lástima que la película derive al final hacia el plano personal del líder de las protestas y deje sin atar muchos cabos de un problema tan complicado que el propio Gobierno apenas tiene poder para hacer nada, lo cual es muy revelador.
Cinelandia.
Cine social combativo, de trincheras, en el que el director galo Stéphane Brizé introduce literalmente al espectador de forma acertada al lado de los protagonistas, con la cámara encima de los mismos y un estilo hiperrealista y casi documental. De esta forma es imposible no identificarse con la lucha y el sufrimiento de los trabajadores de la fábrica que va a ser cerrada, a pesar de que genera beneficios y de un compromiso previo por parte de la empresa de no hacerlo en un plazo determinado tras aplicar recortes salariales. El problema es que no hay nada más, ni otras subtramas que complementen el relato ni ninguna sutileza a la hora de encasillar a los personajes, por lo que se echa en falta el poder pensar como espectador por uno mismo sin que te impongan el mensaje de forma aplastante. Con todo, lo peor es un final excesivo y destemplado, discordante con el tono general del filme, que se ve rebajado por ello a un producto simplemente digno (lo cual no es poca cosa si se reflexiona sobre el comportamiento de todos los implicados en el conflicto que plantea).

Álex.