Gravity (Gravity)
Dirección: Alfonso Cuarón. Guión: Alfonso Cuarón y Jonás Cuarón. Intérpretes: Sandra Bullock, George Clooney, Ed Harris (voz). Duración: 90 m. Año: 2013. Producción: EE.UU. y Reino Unido.


Una película que te agarra ya desde el principio y te lleva por una montaña rusa de emociones en el espacio exterior, un sitio hostil e inhóspito para el ser humano, para la vida, a pesar de toda nuestra tecnología. Seguimos con creciente tensión, incluso pavor, el afán de unos astronautas, especialmente del interpretado magistralmente por Sandra Bullock, para simplemente no morir. Los efectos especiales y las técnicas de rodaje son, hasta la fecha, las mejores utilizadas en un filme de ciencia-ficción (donde en este caso sí está justificado el uso del 3D), aunque, en el fondo, no es tanto una historia de ficción científica como un drama personal muy real y posible de lucha por encontrarse a uno mismo, por tener valor para seguir viviendo a pesar de todas las tragedias diarias y, en última instancia, por lograr la simple y llana supervivencia.
Cinelandia.
Hay veces que no queda más remedio que rendirse a la evidencia, y ésta es una de ellas. Poco amigo como soy del 3D, reconozco que este filme no tendría sentido sin dicho formato, de hecho ha sido expresamente concebido para ello. Todo un espectáculo visual el que nos ofrece Alfonso Cuarón, que se inicia con el interminable y bello plano secuencia de presentación, para sumergirnos en la dura prueba de supervivencia (física y emocional) a la que somete a la doctora Stone en su primera misión espacial (sobrio y eficaz trabajo de Sandra Bullock) tras sufrir un terrible accidente la estación en la que se encuentra. Al tiempo que disfrutas del apabullante despliegue de imágenes, sufres y te angustias con su insostenible situación, preguntándote si será capaz de sobrevivir en un entorno tan hostil. Argumento suficiente para mantener tu atención en todo momento, aun cuando la simpleza del mismo y la ausencia de matices (las secuelas emocionales del personaje debido a una tragedia familiar anterior apenas aportan más que una manida emotividad y la extroversión que derrocha el comandante Kowalsky, siempre elegante George Clooney, se antoja como un fugaz soplo de aire fresco) restan brillo a la propuesta. Para disfrutarla en pantalla grande, por supuesto en 3D, y bien agarrado al asiento...

Álex.