Hell Is Where The Home Is (Hell Is Where The Home Is)
Dirección: Orson Oblowitz. Guión: Corey Deshon. Intérpretes: Angela Trimbur, Zach Avery, Janel Parrish, Jonathan Howard, Carlo Rota, Fairuza Balk, Sebastian Sozzi, Joey Abril. Duración: 88 m. Año: 2018. Producción: EE.UU.


Orson Oblowitz trata de conferir algo de originalidad al mañido subgénero de la invasión de casas con una historia en la que, tal como describe el título, el propio enemigo está dentro del hogar. Durante un buen rato, la película habla de situaciones familiares complicadas, relaciones tóxicas, miedos y violencia desatada, de modo que, irónicamente, no es necesario que venga el asesino de fuera para hacer su trabajo. Pero, bueno, al final acaba viniendo y ahí es donde el filme es más previsible, aunque en conjunto se valora esta apuesta algo distinta.
Cinelandia.
Es lícito que un filme de (sub)género quiera aportar algo diferente al mismo, en este caso al llamado "home invasion" que no hace falta traducir. Pero también peligroso, porque corres el riesgo de no contentar a nadie, ni a los fans del género que solo quieren ver quién muere (y de que forma) y quién vive, ni a los que siempre esperamos algo más. Y es que esta modesta producción de serie B durante bastante tiempo hace honor a su nombre y se centra en la violencia interior que desarrollan las dos parejas de amigos que han alquilado una casa de ensueño para pasar el fin de semana, de forma digna e interesante por el calado y cercanía de los problemas que les aquejan (infidelidad, maltrato, consumo de drogas, traumas por un embarazo fallido); pero, como se suele decir, la cabra siempre tira al monte y acaba como el rosario de la aurora por mor de la amenaza exterior de los que pretender entrar a la vivienda, algo que justo es decirlo se sabe también desde el inicio, solo había quedado aparcado. Incluso es válido considerar que la idea principal sea enfrentar esos dos tipos de violencia, la que se puede sufrir a diario en un ámbito más personal infligida por seres cercanos y queridos y la irracional y ajena que viene de fuera y pone en peligro tu vida de forma gratuita. Bueno, el caso es que la parte final para mi gusto arruina lo bueno visto hasta entonces y la pretensión queda más bien fallida, devolviendo al filme a la categoría que nunca debió intentar abandonar...

Álex.