El hombre de las mil caras
Dirección: Alberto Rodríguez. Guión: Rafael Cobos y Alberto Rodríguez, sobre la novela de Manuel Cerdán. Intérpretes: Eduard Fernández, José Coronado, Carlos Santos, Marta Etura, Emilio Gutiérrez Caba, Pedro Casablanc, Enric Benavent, Alba Galocha, Philippe Rebbot, Israel Elejalde, Luis Callejo. Duración: 123 m. Año: 2016. Producción: España.


La historia española ofrece material de sobra para crear miles de thrillers. Vamos, lo que en Estados Unidos se dio en llamar cine negro. Una realidad oscura y podrida que al menos originó una gran cantidad de enormes películas. Es un caso parecido al de la España actual, donde este género es últimamente fecundo en cantidad y calidad. Uno de sus más brillantes ejemplos es "El hombre de las mil caras", realizada por el ya especialista de contrastada experiencia Alberto Rodríguez ("Grupo 7" -2012-, "La isla mínima" -2014-). Para esta ocasión tiene entre manos una de las historias más apasionantes y surrealistas que podría deparar la realidad (que, como bien sabemos, muchas veces supera a la ficción): la del enigmático espía Francisco Paesa y los servicios prestados al corrupto evidente Luis Roldán, a la sazón director de la Guardia Civil. Rodríguez vuelve a demostrar, superándose, su gran maestría a la hora de narrar una trama intrincada pero originada en una causa tan clara como el ser humano: el poder del dinero o el poder y el dinero. Un guión milimétrico, algunos diálogos antológicos y, por encima de todo, unas interpretaciones soberbias de los principales protagonistas de una historia que, si no supiéramos que fue verdad (con alguna mentira), parecería increíble.
Cinelandia.
Esperaba un intento sesudo e intrincado por parte del ya consagrado Alberto Rodríguez para desvelar todas las claves de uno de los casos más sangrantes de corrupción y engaño que ha vivido este bendito país (que visto el momento actual queda claro que nada ha cambiado), el del esperpéntico montaje que supuso la captura del prófugo Luis Roldán, un iletrado que llegó a ser nada menos que director general de la Guardia Civil y que evadió fondos públicos por valor de 1.500 millones de las antiguas pesetas, y nada más lejos de la realidad. La voz en off del personaje bien interpretado por José Coronado encabeza un relato ágil, entretenido, casi didáctico, que no se deja ninguna anécdota por real o ficticia que sea en el tintero a mayor escarnio de los que podemos reconocer el carácter inequívocamente casposo tan nuestro y la ausente moralidad de todos los intervinientes en el asunto. Mención especial para un eficaz Carlos Santos en el papel del ínclito Roldán y toda una exhibición de Eduard Fernández como el espía Francisco Paesa, verdadero protagonista del filme (y al que se refiere el título) y sin duda el más avispado de la clase. Un trabajo brillante pensado para el público y su entretenimiento, pero que no olvida el tono amargo de algo de lo que deberíamos estar abochornados...

Álex.