El intercambio (Changeling)
Director: Clint Eastwood. Guión: J. Michael Straczynski. Intérpretes: Angelina Jolie, John Malkovich, Jeffrey Donovan, Colm Feore, Amy Ryan, Michael Kelly. Duración: 141 m. Año: 2008. Nacionalidad: EE.UU.


Si no lo estaba ya, Clint Eastwood se consagra como maestro indiscutible tras la cámara con esta magnífica "El intercambio", que relata -basándose en un caso real de finales de los años 20- la desaparición del hijo de la protagonista (oscarizable Angelina Jolie) y la manifiesta ineptitud del departamento de policía de Los Angeles. Ambas historias, el drama de la madre y la trama de corrupción policial, trascurren perfectamente entremezcladas y en progresivo "crescendo", incluyendo un par de interesantes giros finales de guión: recordemos que el guionista, Joseph Michael Straczynski, es autor de la serie de televisión de culto "Babylon 5" y de estupendos cómics como "Rising Stars" y "Midnight Nation". Así, de un modo clásico, sin aspavientos ni moderneces, Eastwood cautiva al espectador con esta escalofriante historia que, probablemente, se encuentra entre lo mejorcito de su ya de por sí remarcable filmografía como director ("Cartas desde Iwo Jima" -2006- y "Million Dollar Baby" -2004-, especialmente). Asimismo es destacable la música del filme, compuesta también por el maestro Clint.
Cinelandia.
Pocos elogios se pueden añadir ya a la brillantísima carrera de Clint Eastwood como director; en este drama (basado en un hecho real acaecido en 1928 en Los Angeles) vuelve a dar una lección de sencillez y buen hacer en la presentación y nudo del relato con un ritmo creciente que te embauca y te sumerge en el mismo sin apenas darte cuenta y, para colmo, después de amenazar varias veces con un desenlace previsible, es capaz de sorprenderte con otro que, como no podía ser de otra manera, es mucho más acertado. Se confirma el talento de Angelina Jolie en papeles dramáticos (recordemos "Un corazón invencible" -2007-) y el hecho de que para hacer buen cine sólo hacen falta dos cosas: una historia interesante y saber contarla, que es lo que hace el maestro Clint cada vez que se pone detrás de la cámara. Menos mal que la próxima está cercana...

Álex.