Juana la Loca
Director: Vicente Aranda. Guión: Vicente Aranda. Intérpretes: Pilar López de Ayala, Daniele Liotti, Manuela Arcuri, Eloy Azorín, Rosana Pastor. Duración: 117 m. Año: 2001. Nacionalidad: España.


La última película de Vicente Aranda no es solo una película histórica (que lo es y muy buena), va mucho más allá y penetra en el mundo de la pasión amorosa y los celos (tema recurrente en Aranda), y nos narra la azarosa vida de Juana La Loca y su marido Felipe el Hermoso. Con una ambientación impecable, un vestuario de lujo y unos personajes que parecen sacados de cuadros de época, la vertiente histórica de la película está más que conseguida (aunque Daniel Liotti "el Hermoso" más parece un chulito de discoteca de Benidorm que un rey de Flandes y a Eloy Azorín le falta todavía un hervor para interpretar personajes "adultos"). Mención aparte merece Pilar López de Ayala que interpreta a Juana La Loca. Hace tiempo que no se ve en las pantallas una interpretación tan creible como esta; gestos, llantos y risas son lo que uno espera de un personaje que vive, llora y se divierte y no esos caretos inexpresivos a los que estamos tan acostumbrados a ver en el cine. Merecidamente premiada en San Sebastián, Pilar López de Ayala ha dado mucho más de lo que normalmente se puede esperar de una actriz casi novata y está llamada a ser actriz importante de ahora en adelante. Aunque en algunas ocasiones parece que a Aranda se le va la mano por el lado de la pasión, resulta un conjunto muy notable y sorprendentemente bueno. 
Nota aparte: pedazo de cuerpo el de la amante mora de Felipe el Hermoso.
J.J.
¿Quién iba a imaginarse que la palabra macarra procede de Flandes? Al menos, esa es la conclusión que se desprende después de ver "Juana la Loca". Quizá por ello el actor parece sacado de un casting para una 

despedida de soltera. Todo en esta película es exagerado, las pasiones, las escenas, las circunstancias y un guión que discurre a saltos. Menos mal que la estupenda interpretación de Pilar López de Ayala como Juana la Loca es lo único que no se exagera y, dentro de lo que cabe, consigue que no creamos definitivamente que la pobre reina de Castilla además de loca era imbécil. También gracias a que solamente ella cuenta con un personaje digno de ese nombre, mientras que el resto de actores hacen lo que pueden para dar vida a unos personajes que no tienen donde agarrarse, limitados al papel de comparsas. Afortunadamente uno no es especialista en la Historia de España de ese periodo porque, para una película que presume de histórica, todo suena bastante irreal, por mucho que de vez en cuando aparezca por pantalla una voz en off escapada de algún documental de La 2.
Deckard.
Tiene mérito lo de Pilar de Ayala, conseguir una buena interpretación con un guión que no tiene por dónde cogerlo. Si Vicente Aranda rodase una película sobre la destrucción de las Torres Gemelas, presentaría a Bin Laden como un maníaco empeñado en acabar con los símbolos fálicos estadounidenses. Pues eso, que Pilar de Ayala bien, el vestuario no está mal, la fotografía estupenda y los asientos del Ideal afortunadamente cómodos.

Oscar.