Juegos secretos (Little Children)
Director: Todd Field. Guión: Todd Field y Tom Perrotta, sobre la novela de este último.  Intérpretes: Kate Winslet, Patrick Wilson, Sadie Goldstein, Ty Simpkins, Jennifer Connelly, Jackie Earle Haley. Duración: 130 m. Año: 2006. Nacionalidad: EE.UU.


El actor ("La Guarida" -1999-, "Eyes Wide Shut" -1999-) y director ("En la habitación" -2001-) Todd Field realiza su segundo largometraje con gran acierto. Disecciona de forma implacable la aparentemente feliz vida de los matrimonios de un barrio residencial con sus jardines y sus piscinas. Debajo de esa capa de tranquilidad superficial late el desencanto y abatimiento de un hombre y una mujer (espléndidos Kate Winslet y Patrick Wilson), infelices en sus respectivos "perfectos matrimonios", que se reúnen en uno de esos jardines con sus niños de escudo mientras desarrollan su relación y las arpías del barrio cotorrean. Y surge el deseo entre ellos, pero sobre todo el deseo de cambiar, de huir de allí... Por otro lado, el pederasta del lugar (magnífica interpretación de Jackie Earle Haley) hace su aparición en la piscina pública, no siendo el mayor de los problemas de un vecindario donde todo el mundo tiene lo suyo, incluido el ex-policía que lo persigue. Y, finalmente, ¿quiénes son los niños pequeños a los que hace referencia el título original? ¿Los chavales o los adultos? Lástima que la película tenga un desenlace demasiado precipitado, porque Todd Field apunta alto, muy alto.
Cinelandia.
Si ya alguien mete una pifia como titular así en castellano esta cinta, cuando su título original es "Little Children", nada bueno se puede esperar... Y todo porque Todd Field reincide, como en su primera película "En la habitación" (2001), en un estilo plano, plomizo, casi solemne y que para más inri se ve reforzado por el recurso de la "voz en off" que narra la historia, a todas luces innecesario. Con ello lo único que consigue es anular el interés por las desgracias, frustraciones, infidelidades y desencantos de los personajes, hasta el punto de que nos acaban pareciendo poco creíbles y mucho menos identificables; eso sí, se salvan las interpretaciones de los profesionales (niños incluidos) con especial mención a los nominados a los Oscar Kate Winslet y un notable J. E. Haley (que acapara las mejores escenas de la película, "soledad en la piscina" y "remedio para la enfermedad"). Además merece mención el hecho de que ciertos pasajes brillantes del guión (también nominado al Oscar como adaptado) puedan indicar que la novela sobre la que está basado sea mejor que la propia película, otro apunte al debe del director.... Lo dicho, ¡viva Jennifer Connelly y su normalidad!

Álex.