Lucía y el sexo
Director: Julio Medem. Guión: Julio Medem. Intérpretes: Paz Vega, Tristán Ulloa, Najwa Nimri, Daniel Freire, Javier Cámara, Elena Anaya. Duración: 110 m. Año: 2000. Nacionalidad: España.


Estamos ante una obra típicamente Medemiana (si se me permite el término), llena de metáforas visuales y narrativas, bellos cuentos y hermosas imágenes. Y en este caso, a pesar de lo terrenal del asunto, el sexo -ciertamente explícito-, Julio Medem no abandona su estilo para narrar, a distintos niveles, tanto la relación que establecen un escritor y su lectora, como el recorrido por el más profundo abismo personal del primero y sus consecuencias para la segunda. Todo ello está ahí, aunque "Lucía y el sexo" transmite al final un ritmo irregular, una historia en exceso retorcida y algunas interpretaciones flojas por parte de Paz Vega y Javier Cámara, que no parece saber muy bien que hace por ahí.
Cinelandia.
La quinta película de Medem nos ofrece un relato intrincado en el que se juega con la relación entre la fantasía y la realidad, agitado por diferentes personalidades, todas ellas unidas unidas por el motor del sexo.  Una vez más podemos disfrutar de la poesía del director en bellísimas imágenes, tanto de paisajes como de personajes (bellísima Paz Vega). Además, como en anteriores entregas, su película está dominada por un color. En "lucía y el sexo" se repite el blanco, está vez del sol (Lorenzo), como símbolo de vitalidad. Graba con naturalidad las escenas de sexo, en las que se permite pequeños juegos cómicos. Medem vuelve a colocar al cine dentro del arte. Sabe expresar muy bien diferentes sentimientos humanos, y por esta razón sus películas se entienden mejor con el corazón que con la cabeza. Sin embargo, con el tiempo suelen perder calidad, una vez calmada la curiosidad de los sentimientos. Otra deficiencia es el argumento, demasiado intricado en ocasiones. Pero aún así, el esfuerzo da resultados por el bello intento de reflejar las preocupaciones vitales de las personas.

Brizio.