La maldición del Escorpión de Jade 
(The Curse of the Jade Scorpion)
Director: Woody Allen. Guión: Woody Allen. Intérpretes: Woody Allen, Helen Hunt, Dan Aykroyd, Brian Markinson, Wallace Shawn, David Ogden Stiers, Charlize Theron, Elisabeth Berkley, Peter Linari, John Tormey, John Schuck. Duración: 103 m. Año: 2001. Nacionalidad: EE.UU.


"La maldición del Escorpión de Jade" supone el espléndido regreso de Woody Allen a la mezcla de comedia y (peculiarísimo) cine negro que tan gratos resultados le dio ya en "Misterioso asesinato en Manhattan" (1993), sólo que esta vez la trama se sitúa en sus, por otra parte, adorados años cuarenta. Las investigaciones de un trasnochado agente de seguros (divertidísimo Woody) acerca de unos misteriosos robos -en realidad, perpetrados por él mismo- y su (tensísima) relación con una recién llegada a la oficina, la genial Helen Hunt, tiene el acierto de ir a más, hasta alcanzar uno de los finales más elegantes (y mágicos) vistos últimamente. La cualidad de Allen para sacar el mejor partido a sus actores (especialmente actrices) vuelve a ponerse de manifiesto en el tándem Allen-Hunt, que, literalmente, consigue que salten chispas. Pero es que incluso Dan Aykroyd (sí, sí, el de "Los cazafantasmas") está soberbio en su papel de (infiel) jefe de la agencia. Y qué decir de una explosiva Charlize Theron abandonada por el protagonista en la propia cama. Finalmente, la lograda ambientación pone la guinda a una de las mejores películas del genio neoyorkino, cuyo listón de calidad no parece conocer límites.
Cinelandia.
Cuando uno ve este tipo de películas de Woody Allen tiene la sensación de haber visto una película redonda, perfecta, sencilla pero genial, donde todo encaja y hasta el detalle más pequeño tiene su sentido. Y le surge la duda: ¿por qué los demás no son capaces de hacer lo mismo?¿Será porque Woody Allen es un genio? Hay en "La maldición..." varios momentos impagables: la cara de Woody Allen cuando está hipnotizado en el escenario; la escena de la cama con Charlize Theron; los enfrentamientos constantes con Helen Hunt y, sobre todo, los diálogos en que cada frase está pensada al milímetro. Súmese a todo esto la ambientación, el vestuario, la elección de los secundarios y tenemos una película que te reconcilia con el cine, el buen cine.

J.J.
No sé cómo podría pagarse a Woody Allen por lo que hace: cada año una buena película. Parece que ha encontrado una fórmula mágica para que todo encaje a las mil maravillas, ya sea una comedia alocada, un drama, o ambas cosas a la vez. Quizá sea por la maravillosa ambientación, por las buenas interpretaciones o por la música. Aunque probablemente la culpa sea principalmente de unos guiones muy trabajados, que incluyen algunos de los mejores diálogos de la historia del cine. Con todo eso, incluso una película de menor calado como es ésta (en mi modesta opinión), funciona a las mil maravillas.

Deckard.