Mánchester frente al mar (Manchester By The Sea)
Dirección: Kenneth Lonergan. Guión: Kenneth Lonergan. Intérpretes: Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler, Lucas Hedges, Tate Donovan, Erica McDermott, Matthew Broderick, Gretchen Mol, Kara Hayward, Susan Pourfar, Christian J. Mallen, Frankie Imbergamo, Shawn Fitzgibbon, Richard Donelly, Mark Burzenski, Mary Mallen. Duración: 137 m. Año: 2016. Producción: EE.UU.


Kenneth Lonergan teje un drama sobrio acerca de alguien que ha atravesado una gran tragedia en el pasado, no puede olvidarla y es incapaz de rehacer su vida. Casey Affleck borda este personaje huraño, permanentemente enfadado e incapaz de interactuar socialmente, que tiene que enfrentar la muerte de su hermano y la tarea que le ha dejado en herencia: tutelar a su sobrino hasta que cumpla la mayoría de edad. De repente, el pequeño, sombrío y seguro mundo del protagonista salta por los aires, mientras trata de adaptarse a una vida que hace tiempo dejó pasar de largo y con la presencia rondando de su exmujer, para añadir aún más tensión. Ciertamente, la película hace una apuesta arriesgada: enfatizar lo mínimo para abordar un drama tremebundo, pero funciona medianamente bien dada la potencia de la historia.
Cinelandia.
El ejercicio de desdramatización del drama, que es lo que practica en este filme Kenneth Lonergan, me parece interesante y con valor, pero tengo la sensación de que se ha pasado de frenada. Tan malo me parece manipular emocionalmente al espectador como despojar de todo sentimiento a una historia con una potencia intrínseca indiscutible, como es el dolor provocado por el sentimiento de culpa. Y es que además la cinta coge vuelo en los pocos momentos que el personaje de Casey Affleck (intachable trabajo el suyo) explota y exterioriza todo lo que lleva dentro (la escena de la declaración en la comisaría de policía y su resolución es cine del que no se olvida), obligado como está a enfrentarse de nuevo con su pasado y también con un futuro que pensaba evitar. El resto de la película es una sucesión de situaciones extrañas, átonas, con cierta intención de buscar una sonrisa con un sentido del humor cuestionable y más de un personaje irritante, todo ello redimido en parte por un final coherente y hermoso y, como he dicho antes, por el monumental despliegue de su protagonista.

Álex.