La historia de Marie Heurtin (Marie Heurtin)
Dirección: Jean-Pierre Améris. Guión: Jean-Pierre Améris y Philippe Blasband. Intérpretes: Isabelle Carré, Ariana Rivoire, Brigitte Catillon, Laure Duthilleul. Duración: 95 m. Año: 2014. Producción: Francia.


Sensible película basada en el caso real de una chica ciega, sorda y muda en la Francia rural de finales del siglo XIX. De cómo los padres, que bastante tienen con sobrellevar la pobreza, la entregan a unas monjas para que la cuiden. Pero no es sólo una cuestión de intentar adaptarse a la vida en esas duras condiciones, sino que se inicia el arduo proceso de aprendizaje de un lenguaje de signos que haga mínimamente posible la relación de la niña con su entorno y, por encima de todo, de una socialización pendiente de la criatura, hasta entonces acostumbrada a vivir poco menos que como los animales. Un filme que cuenta con naturalidad una historia realmente extraordinaria.
Cinelandia.
La historia basada en hechos reales de la chica ciega, sorda y muda en estado semisalvaje que es entregada por sus padres a un convento de religiosas para que se encarguen de su educación en la Francia de finales del siglo XIX es contada por el director Jean-Pierre Améris de forma sensible, ágil y luminosa (apoyándose en una fotografía estupenda y cierto sentido del humor) con un resultado satisfactorio. Sólo la perseverancia y el empeño de la hermana Marguerite, aun a costa de su propia salud, confiando en que detrás de todas las deficiencias sensoriales se esconde una inteligencia que es posible desarrollar a través del resto de sentidos (principalmente el tacto) permitirán que esta muchacha tenga una vida lo más plena posible. Lo cual nos conduce a la lección principal que nos deja el filme, que nunca está de más recordar, y menos en los tiempos que corren, que son los héroes anónimos y sus actos los que de verdad consiguen que este mundo nuestro merezca la pena. Por supuesto que cabe la posibilidad de debatir si, sobre todo en la parte final, peca de sensiblero y/o de manipular emocionalmente al espectador; mi opinión es que habiendo algo de eso, su sinceridad y verdad a la hora de dejarnos una enseñanza más de cómo afrontar el último acto del ciclo vital pesan más que sus defectos.

Álex.