Pájaros de verano
Dirección: Cristina Gallego y Ciro Guerra. Guión: María Camila Arias y Jacques Toulemonde Vidal, sobre una idea original de Cristina Gallego y Ciro Guerra. Intérpretes: Carmiña Martínez, José Acosta, Natalia Reyes, Jhon Narváez, Greider Meza, José Vicente Cotes, Juan Bautista Martínez. Duración: 125 m. Año: 2018. Producción: Colombia, Dinamarca y México.


Lo más original de "Pájaros de verano" es su planteamiento entre antropológico y etnográfico para relatar una historia que vendría a ser símbolo del origen del narcotráfico en Colombia. Desde luego, está a años luz del enfoque habitual utilizado por las producciones estadounidenses, centradas habitualmente en la violencia como síntoma. Aquí la intención es hurgar en la esencia, en los motivos iniciales. Y ahí se encuentra sencillamente la ingente demanda norteamericana de consumo de droga. Pero el filme basa su esencia en el choque entre tradición y nuevos modos de vida (los que llevan a la ceguera por la riqueza enorme de la venta de drogas), que lleva a la desunión de familias y al fin de una estructura social estable, y ese es su valor principal.
Cinelandia.
A la vez que instructivo y original por su carácter antropológico, resulta muy doloroso este filme colombiano al comprobar cómo la codicia sin límite fue capaz de cargarse en relativamente pocos años las tradiciones ancestrales y, en definitiva, la cultura y la forma de vida de un pueblo, con el inicio de la venta de droga al consumidor gringo. Concretamente, da miedo ver cómo el concepto de familia orgullosa y guardiana de sus tradiciones se desvanece para dar paso al habitual clan mafioso que estamos acostumbrados a ver, quizá no tanto en un ámbito rural pero igualmente reconocible. Y es que no hay nada como perder la identidad y los valores para despeñarse por el abismo, algo que incomprensiblemente todavía no hemos aprendido...

Álex.