R.A.F.: Facción del Ejército Rojo
(Der Baader Meinhof Komplex)
Director: Uli Edel. Guión: Bernd Eichinger.  Intérpretes: Martina Gedeck, Moritz Bleibtreu, Bruno Ganz, Johanna Wokalek, Nadja Uhl, Jan Josef Liefers. Duración: 150 m. Año: 2008. Nacionalidad: Alemania / Francia.


Se nos presenta aquí un acercamiento a la creación y desarrollo de la banda terrorista Fracción (o Facción) del Ejército Rojo, también conocida como Baader-Meinhof (por sus dos componentes más significados), que actuó en Alemania básicamente durante los años 70 y 80, alegando luchar contra los intereses capitalistas y, especialmente, de los Estados Unidos, desde un punto de vista marxista. Dentro de la dificultad que siempre tiene abordar una cuestión ideológica, Uli Edel muestra los entresijos personales y las motivaciones políticas de la banda con cierta eficacia y distanciamiento objetivo, quedando claros tanto las circunstancias como los errores cometidos. La excesiva duración y el dar por sentados ciertos hechos de la época dificultan algo entrar de lleno en la trama, si bien la historia acaba teniendo su interés y ofrece conclusiones sociopolíticas que deberían servir para extraer lecciones.
Cinelandia.
Candidata en los últimos Oscar a mejor película de habla no inglesa y elegida para inaugurar la recientemente concluida 10ª edición del festival internacional de Las Palmas de Gran Canaria, esta cinta alemana se dispersa y divaga a lo largo de toda una década sobre la actividad terrorista de la banda conocida como Baader-Meinhof. Con una duración excesiva, se mueve a caballo entre la crónica sociopolítica del momento (presentando los orígenes de la organización dentro de una lucha idealista y globalizada contra el imperialismo norteamericano) y la propia evolución de la banda, pero en todo momento con una vaguedad e indefinición que terminan por apoderarse del relato (que a veces se condensa, con profusión de datos e imágenes de archivo y otras se pierde mostrando las conexiones internacionales que mantenían con otros grupos terroristas, árabes sobre todo, amén de no acabar tampoco de centrarse en los diferentes perfiles de los protagonistas como líderes del grupo). Al menos, he querido entender (y tampoco estoy seguro de ello) una cierta intención de desmontar la leyenda negra que asegura que los fundadores de la banda no se suicidaron en la cárcel y que fueron asesinados por el aparato estatal dentro de ella, desmitificando de paso esa aureola de justicieros e idealistas que les confiere la parte inicial del filme. Como técnicamente es correcto, está bien presentado e interpretado, concluiré que aprueba de forma raspada, ya que pesa mucho la sensación de no saber qué te han querido contar o de que te han contado muchas cosas, pero todas de forma superficial y embrolladas...

Alex.