Rifkin's Festival (Rifkin's Festival)
Dirección: Woody Allen. Guión: Woody Allen. Intérpretes: Wallace Shawn, Gina Gershon, Elena Anaya, Christoph Waltz, Steve Guttenberg, Richard Kind, Tammy Blanchard, Louis Garrel, Damian Chapa, Enrique Arce, Douglas MacGrath, Georgina Amorós, Isabel García Lorca, Sergi López, Itziar Castro, Nathalie Poza. Duración: 92 m. Año: 2020. Producción: EE.UU., España e Italia.


El genio de Manhattan vuelve la vista hacia el mundo del cine al que pertenece (y adora) pero con el que también discrepa en algún aspecto. Por ejemplo, en esa parte del famoseo y de la petulancia de cierto "cine de autor" que viene a salvarte la vida y que, desgraciadamente, prolifera en los festivales. Pero, por otro lado, la cinta es un profundo (e irrespetuoso, en el mejor sentido) homenaje al cine europeo, a través de una serie de escenas en las que parodia algunos grandes clásicos (una de las mejores, la aportación de Christoph Waltz sobre "El séptimo sello" -Ingmar Bergman, 1957-). En cualquier caso, "Rifkin's Festival" sigue mostrando la lucidez de uno de los mayores cineastas de nuestro tiempo, aunque no entregue un trabajo redondo: esa trama sentimental es un tanto más floja que otras veces, aunque sí le aporta una novedosa variante irremediablemente pesimista que da enjundia al final. Y qué decir del homenaje que supone la historia al Festival de San Sebastián y a su propia ciudad. Un orgullo formar parte de la filmografía de Woody Allen, sin duda.
Cinelandia.
A la decepción de no poder haber visto el nuevo trabajo del director neoyorquino en el marco de la 68ª edición del Festival de San Sebastián, la cual inauguró homenajeando al propio evento como marco donde se desarrolla la historia (y a la ciudad donostiarra donde se rodó, evidentemente), se suma el hecho de que me ha parecido el más flojo de los últimos años. Nunca me ha importado tanto que recurrentemente vuelva a sus neurosis y dudas existenciales de siempre como que lo haga con su también habitual chispa e ingenio, algo que brilla por su ausencia en esta ocasión y con la certeza de que ha caído en la autocomplacencia de tanta exaltación (a la que hay que sumar la más importante de todas: a los grandes clásicos del cine europeo que tanto admira) descuidando lo verdaderamente importante, un buen texto que vertebrara todo. Apenas un par de momentos divertidos salpican un relato con cierto aire inverosímil por lo ecléctico del reparto (mención especial para un ridículo Sergi López) y el ya conocido aspecto de postal turística que suele adornar sus trabajos menos relevantes rodados en capitales europeas (no parece que sea casualidad).

Álex.