Roma
Dirección: Alfonso Cuarón. Guión: Alfonso Cuarón. Intérpretes: Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Marco Graf, Diego Cortina Autrey, Carlos Peralta, Daniela Demesa, Nancy García García, Verónica García, Latin Lover, Enoc Leaño, Clementina Guadarrama, Andy Cortés, Fernando Grediaga, Jorge Antonio Guerrero, José Manuel Guerrero Mendoza, Zarela Lizbeth Chinolla Arellano. Duración: 135 m. Año: 2018. Producción: México y EE.UU.


Hay veces que la magia del cine surge de las historias narradas con la necesaria pausa para conseguir adentrar al espectador en la vida misma de los personajes y lograr así la máxima conexión emocional. Es lo que consigue Alfonso Cuarón en "Roma", nombre tomado del barrio de Ciudad de México donde se crió. En este sentido, se nota la involucración absolutamente personal del director en una película de carácter autobiográfico, situada a principios de los años 70, donde describe el ambiente de su propia infancia, de su misma casa. Pero, lejos de buscarse el ombligo, la obra es un enorme y sentido homenaje a esas sirvientas que se ocupaban de cuidar el hogar de clase media en todos sus aspectos, desde la limpieza a la propia crianza de los niños. Una de esas muchachas y su vida, llena de tribulaciones y miserias, pero también de entrega y cariño, es la que acaba por convertirse en el centro del filme, enriquecido además, por un lado, con la maraña de secretos y mentiras que se tejen en su entorno, y, por otro, con la visión a su alrededor de la convulsa realidad social. Su espléndida fotografía en blanco y negro y su excelente composición de planos solo aumenta su calidad artística y la monumentalidad de una película que deja mucha huella.
Cinelandia.
Muy difícil, y por eso estamos hablando de un filme para la posteridad, lo que consigue Alfonso Cuarón. Nada menos que capturar la vida misma en cada encuadre, que la imponente fotografía en blanco y negro transpire verdad y sentimiento, que cada movimiento de cámara y la composición de planos sean reflejo de una época concreta de su niñez, a la que mira con cariño y nostalgia, pero también con sentido crítico y dureza emocional. Un homenaje mayestático a aquellas empleadas de hogar que ayudaron a criar a los hijos de una burguesía mexicana entrampada en sus propias mentiras (y en un contexto social a principios de los años 70 del siglo pasado tirando a revolucionario) que rezuma ternura, cariño y comprensión a la vez que te hiela el corazón con los momentos más dramáticos, que no son pocos. Lo dicho, pura vida, puro cine... para disfrutar en pantalla grande (los que están al tanto de la polémica sobre su producción y formas de estreno sabrán a qué me refiero).

Álex.