El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo
(The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring)
Director: Peter Jackson. Guión: Frances Walsh, Philippa Boyens y Peter Jackson, sobre la novela de J.R.R. Tolkien. Intérpretes: Elijah Wood, Ian McKellen, Viggo Mortensen, Sean Astin, Liv Tyler, Cate Blanchett, Christopher Lee, Ian Holm. Duración: 165 m. Año: 2001. Nacionalidad: EE.UU. / Nueva Zelanda.


He de dejar claro que mi opinión sobre esta primera parte de "El señor de los anillos" no se basa en el libro, que no he leído (todavía) y, por tanto, me atengo a la película como tal. Y ésta es, ni más ni menos, que una espléndida historia de aventuras y fantasía, con unos efectos especiales realmente espectaculares y nunca tan apropiados a las características de la narración, creando un ambiente mágico, onírico y también violento, brutal. Héroes y villanos inventados por la pluma de Tolkien, pero recreados de forma muy convincente por el neozelandés Peter Jackson, que viene de hacer títulos de serie B como "Brain Dead: tu madre se ha comido mi perro" (1992) y ahora, de mantener el nivel en las dos entregas restantes, se consagrará como uno de los grandes realizadores del género fantástico (falta nos hace). El reparto no puede ser de lo más afortunado, especialmente Ian McKellen -como el mago Gandalf-, Elijah Wood -como el hobbit Frodo- y Liv Tyler -como la elfo Arwen-..
Cinelandia.
Impresionante. Qué más se puede decir cuando alguien se arriesga a llevar al cine una de las historias que más seguidores arrastra en todo el mundo, completa una película de casi tres horas en las que el ritmo nunca decae, y mantiene a todo el público en tensión, incluso a aquellos que podrían recitar la novela de memoria. Por si fuera poco, la ambientación es soberbia, los escenarios impactantes, los efectos especiales espectaculares y el reparto está perfectamente escogido. Y entre estos, destaca un magnífico Sir Ian McKellen, que se convierte en el mejor mago que podríamos imaginar. Despues de ver esta primera parte de la trilogía, no sé cómo vamos a aguantar hasta el año que viene para ver la segunda.

Deckard.
Espectacular de comienzo a fin. Cine de aventuras en estado puro. Y no lo tenían nada fácil. Reflejar en la pantalla unos seres que muchos millones de personas tenían en su imaginación a través de los libros de Tolkien es arriesgado, pero, con unos cuantos miles de millones, una imaginación desbordante, efectos digitales a la última y la perfecta caracterización de los actores, se ha conseguido reflejar fielmente (a juicio de los entendidos) el espíritu de la obra literaria.

J.J.