Stoker (Stoker)
Director: Park Chan-wook. Guión: Wentworth Miller, con la contribución de Erin Cressida Wilson. Intérpretes: Mia Wasikowska, Nicole Kidman, David Alford, Matthew Goode, Peg Allen, Lauren E. Roman, Phyllis Somerville. Duración: 99 m. Año: 2013. Producción: EE.UU. y Reino Unido.


El especialista en cine violento, el coreano Park Chan-wook ("Old Boy" -2003-), modera y sofistica su fórmula en su aterrizaje en Hollywood con "Stoker", una historia en la que lo enfermizo flota en el ambiente, pues su mayor acierto es la construcción de atmósferas y los detalles técnicos y preciosistas que invitan al espectador a entrar en una película básicamente sugerente. Los diálogos o el argumento no importan tanto como las sensaciones que el filme genera. Es una forma diferente de entender el cine, de contar historias y, por mi parte, se agradecen otras perspectivas, aunque soy consciente de sus imperfecciones. Desde luego, Mia Wasikowska ya se ha quedado en mi retina en este papel de adolescente con una herencia personal chunga, de la misma forma que Nicole Kidman brilla en su actuación decadente y Matthew Goode lo borda como el tío Charlie, una especie de trasunto (aún más oscuro) del interpretado por Joseph Cotten en la gran "La sombra de una duda" (Alfred Hitchcock, 1943).
Cinelandia.
Siempre he desconfiado de un filme cuando todas las alabanzas sobre él recaen en aspectos técnicos, como en este caso ocurre con la fotografía y la forma de colocar la cámara del director coreano Park Chan-wook, más preocupado de crear una atmósfera enfermiza y malsana cargada de simbolismos (es innegable que lo consigue) que de otorgar importancia a la historia, torpemente contada y que acaba resultando aburrida y sin sentido. Un envoltorio atractivo gratuito e insuficiente, acompañado de un buen trabajo actoral, es el mejor resumen para el debut en Hollywood de este reconocido director, siempre ocupado en transmitirnos violencia...

Álex.