El topo (Tinker, Taylor, Soldier, Spy)
Director: Tomas Alfredson. Guión: Bridget O’Connor y Peter Straughan, sobre la novela de John le Carré. Intérpretes: Gary Oldman, Colin Firth, Tom Hardy, John Hurt, Benedict Cumberbatch, Mark Strong, Toby Jones, Ciarán Hinds, David Dencik, Stephen Graham, Simon McBurney, Christian McKay, Roger Lloyd-Pack, Kathy Burke. Duración: 127 m. Año: 2011. Producción: Francia, Reino Unido y Alemania.


El sueco Tomas Alfredson, que nos sorprendió con la magnífica revisión de los vampiros "Déjame entrar" (2008), cae esta vez en un relato excesivamente denso, lento y con poca vida de una historia que merecía mejor pulso. "El topo" describe muy bien, eso sí, la triste y paranoica vida de los espías británicos en los años 70, la época de la Guerra Fría, donde se percibe lo chapucero y gris que era su trabajo. Al fin y al cabo, que haya un topo infiltrado en los servicios de inteligencia, es decir, la trama aparente, no parece ser lo importante para Alfredson, lo cual tiene su mérito. Intentar hacer una de espías sin el pim pam pum ni las escenas de acción correspondientes es algo digno de apreciar, si lo que quieres es realmente contar otra cosa. Pero al director se le ha olvidado algo por el camino: entretener.
Cinelandia.
Sean vampiros o espías lo que está claro es que Tomas Alfredson tiene un sello particular, como es el de marcar un tempo narrativo pausado, casi taciturno, y profundamente introspectivo que (como una gota de agua que sin prisa pero sin pausa no deja de caer) acaba calando en el espectador y ganándole para su causa. De acuerdo con que en una película de espías se puede esperar más acción o una tensión superior en cuanto a la intriga que conlleva y que esto se puede utilizar como argumento para minusvalorar el filme, pero en mi caso, como creo que la intención pasaba mucho más por mostrarnos las solitarias y tristes vidas de los protagonistas y sus sufrimientos por renunciar a una vida más convencional y a los sentimientos que les embargan que por darle importancia al hecho de descubrir cuál de ellos es el traidor infiltrado, cosa que consigue sobradamente sin olvidarse de esto último, merece una consideración más que positiva y la firme intención de seguir la pista al director en próximos trabajos.

Álex.