El traidor (Il traditore)
Dirección: Marco Bellocchio. Guión: Marco Bellocchio, Valia Santella, Ludovica Rampoldi y Francesco Piccolo, con la colaboración de Francesco La Licata. Intérpretes: Pierfrancesco Favino, Luigi Lo Cascio, Fausto Russo Alesi, Maria Fernanda Cândido, Fabrizio Ferracane, Nicola Calì, Giovanni Calcagno, Bruno Cariello, Bebo Storti, Vincenzo Pirrotta, Goffredo Maria Bruno, Gabriele Cicirello, Paride Cicirello, Elia Schilton, Alessio Praticò, Giuseppe Di Marca. Duración: 145 m. Año: 2019. Producción: Italia, Francia, Alemania y Brasil.


Con una sobriedad equiparable a su solidez, Marco Bellocchio realiza un excepcional retrato de la decadente mafia italiana a través de la historia real de Tommasso Buscetta, el primer delator de la Cosa Nostra, que desde mediados de los 80 decidió colaborar (a raíz de su miedo y decepción, en el contexto de la guerra desatada entre familias rivales) con el juez Falcone para desarticular a esa panda de delincuentes con ínfulas cuyo retrato aquí está bien alejado del ensalzamiento de ciertas ficciones. Si la interpretación de Pierfrancesco Favino es extraordinaria, cautivadora, las escenas de los sucesivos juicios enganchan al espectador solamente por lo explícito de su contenido y hablan por sí solas de la podredumbre moral de esas personas que decían defender determinados códigos de honor y cuya máxima aspiración vital era poder morir en el lecho, sin ser asesinados.
Cinelandia.
El veterano Marco Bellocchio firma un robusto, realista y subyugante trabajo sobre la figura de Tommaso Buscetta, el primer capo siciliano que rompió la omertá o ley del silencio para colaborar con el juez Falcone delatando a sus rivales corleoneses en su convencimiento de que eran ellos los que estaban traicionando los códigos tradicionales de la Cosa Nostra, alejada del idealismo o glamour con el que el cine norteamericano ha solido retratarla. Con grandes momentos dramáticos que humanizan a semejante personaje (no en vano sufrió la pérdida de al menos un par de hijos) soportados en la impecable interpretación de Pierfrancesco Favino y otras escenas judiciales realmente vibrantes, el filme es un pedazo de la historia reciente italiana más trágica que a cualquier espectador con inquietudes le podría interesar y que quizá se podría haber comprimido un poco eliminando algunas situaciones redundantes...
Álex.