Tropa de élite (Tropa de elite)
Director: José Padilha. Guión: José Padilha, Bráulio Mantovani y Rodrigo Pimentel, sobre el libro de André Batista, Rodrigo Pimentel y Luiz Eduardo Soares.  Intérpretes: Wagner Moura, Caio Junqueira, André Ramiro, Milhem Cortaz, Fernanda De Freitas, Fernanda Machado, Thelmo Fernandes, Maria Ribeiro. Duración: 114 m. Año: 2007. Nacionalidad: Brasil / Argentina.


El brasileño José Padilha sigue el rastro de su compatriota Fernando Meirelles en su magistral "Ciudad de Dios" (2002). Aunque, en este caso, el resultado es más irregular, la intención es similar: la denuncia del complicadísimo equilibrio que se vive diariamente entre los narcotraficantes de las favelas de Río de Janeiro y la policía, políticos y ciudadanos que, en distintos grados, toleran su existencia. Si en "Ciudad de Dios" teníamos puro cine adrenalítico, en "Tropa de élite" la intención es mostrar en modo similar a un documental las distintas partes del conflicto, haciendo hincapié en la violenta lucha entre los narcos y la parafascista unidad especial BOPE (Batalhão de Operações Policiais Especiais). Nadie se salva de su parte de responsabilidad, desde el punto de vista de José Padilha, en este relato implacable y muy pesimista. Sin embargo, la película carece de la necesaria agilidad a la hora de contar la historia, lastrada por una repetitiva voz en off, y algunas actuaciones acartonadas, como la del protagonista Wagner Moura.
Cinelandia.
Con el aval de haber conseguido el Oso de Oro en la última Berlinale y precedida de polémica llega esta cinta brasileña, que a través del poderoso recurso de la voz en off del protagonista desarrolla una implacable crítica a la sociedad carioca. Empieza por las clases políticas, cuando ordenan al BOPE (Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar) "limpiar" las favelas de Río de Janeiro de narcotraficantes ante la visita del Papa Juan Pablo II, continúa y se ceba con la escandalosa corrupción policial (provocada mayormente por la vergonzante retribución salarial que proporciona el Estado a tíos que se están jugando la vida con delincuentes que manejan armas semipesadas, tipo fusiles de asalto, ametralladoras, etc, o sea un auténtico disparate), sigue retratando la brutalidad con la que se emplean y acaba atizando a una clase social medio burguesa que "lava" su conciencia colaborando con ONGs sitas en las favelas y controladas financieramente por los narcos y que, para más inri, consumen y distribuyen la droga de éstos (vamos, para mear y no echar gota, que dicen en  mi pueblo...). El filme tiene como virtud que no intenta dogmatizar ni aportar soluciones, lo cual también es descorazonador, y queda como una durísima denuncia de una situación social que como siempre interesa sólo a unos pocos (el resto va a Río de vacaciones...) ; como defecto, muestra unas escenas alargadas en exceso, que no aportan nada, del periodo de instrucción de los aspirantes a entrar en el BOPE y que no hacen más que reforzar la teoría de que la película es un alegato pro-fascista, como han opinado en varios foros (sinceramente, a mí no me lo parece).

Álex.