Star Wars VII: el despertar de la Fuerza (Star Wars VII: The Force Awakens)
Dirección: J.J. Abrams. Guión: J.J. Abrams, Michael Arndt y Lawrence Kasdan, sobre los personajes creados por George Lucas. Intérpretes: Daisy Ridley, John Boyega, Harrison Ford, Carrie Fisher, Oscar Isaac, Adam Driver, Domhnall Gleeson, Max von Sydow, Gwendoline Christie, Lupita Nyong'o, Andy Serkis, Anthony Daniels, Mark Hamill, Peter Mayhew, Kenny Baker, Miltos Yerolemou, Warwick Davis. Duración: 135 m. Año: 2015. Producción: EE.UU.


Uno de los mayores méritos de "El despertar de la Fuerza" (la primera parte de la tercera trilogía de "Star Wars", ya fuera del control de su creador, George Lucas) es que recupera el tono humano (manteniendo las batallas galácticas, pero también subrayando las personales) que latía dentro de esas aventuras espaciales de la primera tanda de películas (1977, 1980 y 1983) y que en buena medida se había diluido en la segunda (1999, 2002 y 2005) en favor de la excesiva parafernalia. Ahora, J.J. Abrams ha sabido recobrar la esencia por la que (la saga anteriormente conocida como) "La Guerra de las Galaxias" triunfó de manera rotunda: su incontestable arte a la hora de hacer universales los problemas de los a veces estrambóticos personajes de una galaxia muy, muy lejana. En una progresión que va de menos a más, en el marco de paisajes más sencillos, de unos efectos especiales impresionantes pero controlados y sometidos a la acción (y no al revés), el filme va ganando poco a poco peso con las mismas cartas de siempre: la lucha entre el bien y el mal (la República frente al Imperio) imbricada con conexiones familiares, acción en el mismo nivel que la emoción y esos pequeños toques de humor que siempre se agradecen. Además, el ascenso con el paso del tiempo de "Star Wars" a categoría de mito también ha sido muy bien aprovechado por Abrams para hacer los pertinentes homenajes y guiños al fanático de la saga, subiendo así el nivel de exaltación en el visionado. Ahí están Han Solo, -la ahora general- Leia, Chewbacca, C3PO, R2D2, Luke Skywalker... Pero los nuevos personajes también convencen, tal es el caso de Oscar Isaac como valiente piloto de la Resistencia, John Boyega como soldado imperial desertor (que parece aportar una trama humorística y sentimental) o ese pequeño y simpático robot BB-8. Pero, sobre todo, está la espectacular actuación de Daisy Ridley en su papel de Rey, la chica de pasado desconocido, superviviente en el planeta Jakku y que un día descubre que alberga la Fuerza. Pronto su destino se cruzará con el de Kylo Ren (muy convincente Adam Driver), un representante del Lado Oscuro que, obviamente, no llega a la altura de Darth Vader (situado explícitamente como su referente en la película), pero que, al ser hijo de quien es (no decimos más) eleva automáticamente su trascendencia. Todo esto, más una conmoción importante hacia el final de la película y una conclusión totalmente abierta que te deja con ganas de más, mucho más, hacen de "El despertar de la Fuerza" un notable representante del universo "Star Wars" y el preámbulo de lo que parecen ser unas grandes aventuras estelares. El entretenimiento de alta calidad parece garantizado.
Cinelandia.
Qué se puede decir que no se haya dicho ya de lo que hace tiempo dejó de ser una simple saga de películas de aventuras espaciales y pasó a ser el mayor fenómeno de masas que el mundo del celuloide haya conocido. Todo un icono para varias generaciones que en su séptimo episodio abunda en la sempiterna lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la República y el Imperio, recuperando el tono y el espíritu de la primera trilogía (entiendo a los que opinen que J.J. Abrams ha sido poco sutil en el homenaje y ha repetido situaciones e ideas argumentales, sobre todo del capítulo cuarto, pero es que resulta tan entretenida gracias a un ritmo sensacional que no decae en ningún momento que no lo veo como algo totalmente censurable) y ensamblando perfectamente a los ya míticos personajes de siempre con los que se incorporan de nuevas (mejor perfilados y más interesantes los defensores de la Fuerza que los representantes de su Lado Oscuro, todo hay que decirlo). Excelente en la parte técnica (increíblemente buenas las escenas de las batallas aéreas), sin duda es un divertimento de primer nivel que nos va a hacer muy larga la espera hasta poder oír de nuevo la maravillosa banda sonora de John Williams, para siempre ya en el imaginario colectivo de tanta gente, como preludio del episodio VIII...

Álex.